La duración de una visa J-1 depende del programa de intercambio específico. Puede variar desde unas pocas semanas hasta varios años. Los participantes deben ajustarse a las restricciones de tiempo establecidas por su programa.

Algunos titulares de visa J-1 pueden estar sujetos a la obligación de residir en su país durante dos años, lo que significa que deben regresar a su país de origen durante al menos dos años antes de ser elegibles para ciertos beneficios migratorios en EE. UU., como cambiar a otro estatus no inmigrante u obtener la residencia permanente.

Sí, los titulares de visa J-1 generalmente pueden trabajar como parte de su programa de intercambio. Sin embargo, los permisos y condiciones de trabajo específicos varían según la categoría del programa J-1 en el que están participando. Es crucial entender y cumplir con las pautas de empleo establecidas por la organización patrocinadora y el Departamento de Estado de EE. UU.